Como tu aprendes:

 

-Cómo te llamas?
-(…) (silencio)

-Tú eres...
-Héto

-Cuántos años tienes?
-Seis

-Te quiero...
-Muxo

-Cómo me llamo?
-(…) (silencio)

-Yo soy...
-Matín

-Cuánto me quieres?
-Seis

Después de oírlos y tomar aire me vienen dos cosas a la cabeza.

La primera (metafórica) es una idea que aparece en el principito, de como las “personas mayores” solo pensamos en los números, lo cuantificamos todo, lo clasificamos, y no le falta razón hasta las cosas más complejas queremos medir, el conocimiento, lo que saben, lo que aprenden. Por qué tendría que sorprendernos una respuesta así?

La segunda tiene que ver con la manera tan peculiar que tiene Héctor de aprender, que rompe todos nuestros moldes, que nos hace reinventarnos todo el tiempo para llegar a él. Una palabra no es suficiente si no la acompaña una imagen, un sentimiento. El nunca llegaría a entender la palabra “te quiero” si no se lo demostrase cada día, a caso no es eso un aprendizaje inteligente?